Con insomnio

jueves, 12 de enero de 2017

No llores amor...

Roberto escuchaba constantemente el llanto de esposa en las noches. Comenzaba con el leves sollozos y conforme avanzaba la noche, los lamento eras cada vez mas intensos.

Al principio trato de soportar todo aquel alboroto pensando que pasaría pronto, que al cabo de unos días pasaría. Sin embargo, pasaron meses y el seguía escuchando el llanto de su esposa.

-¿Que tienes amor?, dime que te aflige, ¿porque lloras?- Gritaba desesperado, tapando sus oídos con la almohada, algunas veces hasta hacerse daño. Su esposa jamas respondía solo lloraba, cada noche, todas las noches.

Una noche, con la decisión impulsada por la desesperación, camino toda una noche hasta donde ella estaba, se acostó a su lado y en un susurro le dijo:

-Amor, estoy aquí a tu lado, cansado, aturdido. Por favor, deja de llorar, descansa-

Al decir esto dejo de escuchar el llanto de su esposa, al parecer ella estaba mas tranquila al saber que su esposo estaba ahí con ella. Era tal el consuelo de ya no oír el llanto que el silencio de aquel lugar fue interrumpido por pequeñas pisadas, pisadas pertenecientes a su pequeña hija, que sin darse cuenta lo siguió toda noche hasta aquel lugar.

-Papá, ¿Que haces aquí?, ¿Viniste a ver a mamá?, ¿Estaba llorando?- le decía la niña mientras se acercaba a los brazos de su padre.

-Mi pequeña, ¿Que no la escuchas?, ¿no oyes a tu mamá?, esta llorando, llora todas las noches.

-Papá, ¿Las personas muertas pueden llorar?- Le preguntaba la niña mientras se acostaba junto a él sobre la tumba de su madre...


No hay comentarios:

Publicar un comentario